quinta-feira, 16 de junho de 2016

LAS MANOS DEL MUNDO


Eso rato que, tan raro,
Nosotros jurábamos
Que lo no regresaría
Temprano en nuestras vidas.

Pero como una grande ola
Rompió las cadenas árticas
Que la encarcelaron en Patagonia,
Por lo inicio del siglo, de La Plata.

Un viento volviendo
En nuestros prados
A coger en poco tiempo
Nuestros frutos y platas...

Si fuera de hoces sucios
Sabríamos que sería
Para todos, el más justo
Compartir de tierra e de vida...

Nuestros días, sin embargo,
Están cada vez más macro,
Macri, que tenemos ahorrado
Más del que deseásemos...

Nuestros ojos, nuestras manos
Nuestras cameras, nuestras armas
No nos las bastan para evitarnos
Las pérdidas en la última semana.

Las bolsas caerán y dedos
De personas, cuales sabemos
Quiénes son, no los vemos...
Y los saques se sacramentan.

(Mientras escuchamos
Palabras, nos creendo
Que los dígitos van
Para nuestros bolsillos, eh!

Y se van los dígitos...
Pero para ajenos bolsillos,
Que no los necesitan acá venir
Solo los bastan hablar como Dios.)

(Leandro Monteiro)

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