¿Cuantas
cantidades de sangre
Tuvimos de derramar
En nuestras tiernas
tierras?
(Nutrieran
el
suelo de nuestros países,
Construyeran
las bases de nuestra historia,
Que
debemos honrar para nuestras memorias)
¿Cuantas
cabezas y manos
Tuvimos
de firmar
Nuestras
proprias reglas?
(Ustedes,
como un niño mimado,
Cuando
el premio de ti ganábamos,
Las
condiciones, entonces, cambiaban)
Como
un padre, un señor, un policía,
Sus
manos dictaban las mías...
Las
espaldas pesadas, no más queríamos:
(Queríamos
echar solamente
Nuestros
proprios pesos
Y no, junto a ellos, algunos ajenos)
Sus
cargas sobre nosotros.
Pero,
ahora, llegara la hora
Sacamos
lo que han impuesto.
Libertad
Quae Sera Tamen
¿A
cual precio la pagaremos?
A primer vistazo, leve como
moneda.
Después que nosotros perdemos
Las manos que tanto hicieron,
Al de ellas librarnos, sufrimientos.
Al de ellas librarnos, sufrimientos.
¿Como
solo con nuestras manos
Nosotros, entonces, nos rumbamos
Para la vida que tan deseamos?
Cabeza para frente, ojos
abiertos,
Oídos atentos – es el momento
¡ De trabajarnos por lo que
queremos!
La boca no está más cerrada,
Nadie, aunque, puede por ella
culparnos
Sino, a partir de ahora, a sí
misma.
Mis hermanos y hermanas queridos
Para esta responsabilidad
(dirigir un país)
¿Vosotros
estáis y se sienten listos?
(Leandro Monteiro)
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