Mientras, la vida sucede,
Mis ojos solo ven arenas,
Mi cuerpo solo siente el
sol,
Mi voz charla con Eco
Y mis manos solamente
tocan
El aire frío de la
noche...
Debería estar
acostumbrado
Con estos eventos
rutinarios
A aprovecharme la
peregrinación...
Pero, he que, más que
dicción,
Echo en el agua que bebo
Lo más terrible secreto:
!Ella viene de las piedras
Donde se oculta mi
corazón!
(Leandro Monteiro)
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