No los bastan las platas;
No los bastan las brasas;
Ellos quieren fijar, como
jugadores,
Los dados en punto de
Ecuador...
Ellos, entonces afirman:
“Sus manos derechas
están limpias”.
“Ya, sus manos
izquierdas, dañinas”.
“¿Ustedes,
todavía, no las miran?”.
Nosotrosos,
de Latino
América, pensamos:
“¿Como
ellos las pueden distinguir,
Si,
tan pronto, con agua lavamos ambas
Venidas
de la misma fuente, el
mismo río?”
(Leandro Monteiro)
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